Los 20 proyectos seleccionados por Xavier González y Camilo Restrepo perfilan una práctica arraigada al lugar y al clima, caracterizada por una adaptabilidad pragmática -entendida como bricolaje-que incorpora influencias y recursos disponibles, una conciencia social y ambiental, y una búsqueda constante de generosidad espacial y porosidad, donde los límites entre interior y exterior se diluyen.