Especie anual de la que se pueden consumir las hojas, las flores y las semillas. Su sabor picante, siempre que la consumamos cruda, la hace ideal para preparar salsas, como la típica mostaza. El cultivo es muy sencillo. Se siembra en otoño y estará presente en el huerto hasta finales de primavera, momento en el que podemos recolectar sus semillas. También se puede utilizar como abono verde.