Después de la gran crisis del siglo III, que sacudió las estructuras políticas, sociales y económicas del mundo romano, Occidente entró en el período histórico conocido como antigüedad tardía (siglos IV-VII), en el que tuvieron un papel fundamental la difusión del cristianismo, convertido en el siglo IV en religión oficial, y los desplazamientos de los pueblos germánicos.