Esta casa, que Emaús llama de «Los días mejores», es el producto del encuentro entre dos hombres que encarnan cada uno un proyecto: el Abbé Pierre un proyecto social, Jean Prouvé un proyecto de industrialización de la arquitectura. Estos proyectos serán sus mismas vidas. No se extinguirá la dinámica que ambos imprimen a las acciones en los medios que les son propios.