Espacios mágicos y rituales, laboratorios de la cultura y de la técnica, los pasajes permiten pensar el gran texto urbano desde sus notas a pie de página. En Barcelona hay cerca de cuatrocientos. Algunos son caminos que conducen a un pasado rural, otros, pasadizos proletarios o callejones de chabolas que hablan de la metrópolis fabril y del franquismo, los más famosos tienen forma de intersecciones ajardinadas y de galerías burguesas del siglo xix, los más recientes están en polígonos industriales o acogen casas con piscina y restaurantes para turistas. Jorge Carrión ha viajado por todos ellos, los ha estudiado, los ha leído, para acceder a una dimensión de Barcelona que no había sido explorada hasta ahora.