Para dar la vuelta al mundo fue necesario que a lo largo de siglos, con avances y retrocesos, sabios de épocas y culturas muy distintas convinieran en que el mundo era más o menos esférico, que era limitado, que la mayor parte de su superfi cie era líquida y se podía navegar por ella, que se podía navegar con otras referencias que las del relieve terrestre, por medio de instrumentos, de la observación de los astros, etc.