No hay paz ni perfección posibles. Nietzsche lo esbozó en su tesis doctoral al deshacer los límites entre los dos hermanos, Apolo y Dionisio. Las impecables y monolíticas columnas dóricas de la sala hipóstila del parque deberán resistir los empujes que las ondulaciones de una serpiente juguetona, fragmentada y colorida le infligirán.No hay nada seguro en el mundo, por más que Güell se empeñara en conseguirlo.