En la mayoría de las películas seleccionadas, la importancia de la Arquitectura es tal que no sólo constituye el marco de la trama, sino que en tantas ocasiones añade a la película nuevos valores que la enriquecen notablemente. Metrópolis, (Fritz Lang, 1927) no sería tan potente visualmente si no se hubiera diseñado ex profeso su gran ciudad. Los primeros fotogramas de Blade Runner (Ridley Scott, 1982) no nos impresionarían igual si la nave no volase hasta la pirámide Tyrel l, por poner algún ejemplo.