El Lissitzky (1890-1941), una de las principales figuras de la vanguardia rusa, publico este Cuento suprematista sobre dos cuadrados en seis construcciones en 1922, en plena efervescencia del suprematismo y el constructivismo. Como cuento infantil, el libro pretendía ser un estímulo para el juego activo, animando a los niños a componer, pintar y construir.