Situado en la madrileña plaza de Callao, el Florida se convirtió desde su fundación en 1924 en emblema de la modernidad y en atalaya privilegiada de una nueva época. Su imponente fachada fue testigo de la dictadura de Primo de Rivera, de la Segunda República, de la Guerra Civil y del franquismo. Derribado en 1964 y reemplazado por unos grandes almacenes, dejó una huella imborrable en el corazón de Madrid y en el de los huéspedes y empleados que lo ocuparon.