Pendientes tipo botón con cierre a presión, hechos en latón con capas de bronce y cobre, y acabados con una fina capa de oro de 24 K. Inspirados en el símbolo más emblemático del modernismo barcelonés: el panot de flor que decora las aceras del Eixample. Una pieza sencilla pero llena de significado, que rinde homenaje a la ciudad de Barcelona.